Pruebas de eventos en pandemia y sus resultados. Durante los últimos meses, han sido muchos los sectores que se han visto especialmente influenciados por la situación de emergencia sanitaria a la que nos hemos tenido que enfrentar. Algunos de ellos, como el del ocio, no ha dejado de buscar nuevas fórmulas que le permitan poder seguir desarrollando su actividad, y adaptando la misma, a las condiciones dictadas y recomendadas por los diferentes organismos encargados de llevar a cabo este tipo de advertencias.

No obstante, en el caso del ocio nocturno, la situación se complica especialmente. Como consecuencia de que se trata de escenarios en los que es habitual que confluyan cientos de personas con imposibilidad de respetar la distancia de seguridad.

Pruebas piloto para adaptarse a la nueva realidad

En este contexto, las pruebas piloto para poder adaptarse a la nueva realidad han emergido como una de las mejores soluciones por las que se han decantado la mayoría de empresarios.

Una de las pruebas de eventos en pandemia y sus resultados más conocidas fue la que llevó a cabo la Sala Apolo, en Barcelona, que albergó el pasado diciembre a un total de 500 personas. Los asistentes tuvieron que someterse a un control de antígenos y a una PCR para poder asistir al interior del espacio.

Para poder exprimir la fiabilidad de este evento, otras 500 personas actuaron como grupo de control y se sometieron también a estas PCR, con el objetivo de poder contrastar los datos obtenidos en este ejercicio.

Una metodología repleta de medidas de seguridad

Todos los asistentes recibieron el OK para poder acudir al evento. En él, se les sometió a una prueba de temperatura, así como a una mascarilla FFP2. Se les solicitó, además, que tuviesen instalada la app Radar COVID, con el objetivo de poder ser alertados en el caso de que existiese algún positivo.

Todos los asistentes fueron citados unos cuantos días más tarde a someterse a la segunda remesa de resultados. Para comprobar si el evento había cumplido con todas las medidas de seguridad y se había conseguido minimizar la posibilidad de contagiarse.

Todavía una opción prematura para grandes eventos

Pese a que son muchos los asistentes que ya piensan que es posible replicar la misma experiencia en eventos mucho más grandes, la realidad es que parece que todavía queda por esperar una gran cantidad de tiempo para poder comprobar los efectos de este tipo de técnicas en eventos multitudinarios.

Conciertos como el del Primavera Sound, celebraciones como el Mobile Word Congress o las ferias corporativas de gran tamaño todavía tendrán que esperar su turno para poder llevar a cabo la organización de los mismos en espacios que sean capaces de exprimir al máximo sus resultados.

Las nuevas fórmulas e innovaciones que van irrumpiendo desde hace unos cuantos meses prometen que cada vez nos encontramos más cerca de poder disfrutar de este tipo de celebraciones con una mayor efectividad. En las medidas de precaución y los protocolos de seguridad encontramos dos de los ingredientes necesarios para este deslizamiento hacia la nueva normalidad.